jueves, 11 de enero de 2024

Un Lamento Silencioso en Necoclí: La Cruel Realidad de las Corralejas

 

Un Lamento Silencioso en Necoclí: La Cruel Realidad de las Corralejas


El encantador municipio de Necoclí, Antioquia, la alegría y la tradición se entrelazan con la tristeza de una realidad que grita a los corazones sensibles. Más allá de los coloridos festejos y las risas contagiosas, se esconde una sombra de brutalidad que deja cicatrices en el alma misma de la comunidad.

En este rincón apacible de Colombia, las corralejas, festividades que alguna vez fueron consideradas inofensivas, han tomado un giro siniestro que demanda nuestra atención y reflexión. Un episodio reciente en el que un indefenso ternero fue sometido a un acto de crueldad en nombre de la diversión revela la oscura verdad detrás de estas celebraciones.

El ternero, inocente y vulnerable, fue sometido a un tormento inimaginable mientras la multitud rugía en júbilo. El sufrimiento del animal, despojado de su dignidad y vulnerado en su inocencia, debería provocar no solo lágrimas, sino una profunda reflexión sobre la humanidad que permitió tal atrocidad.

Las corralejas, que alguna vez fueron expresiones culturales, se han convertido en eventos sangrientos donde el sufrimiento animal se convierte en un espectáculo grotesco. La tauromaquia, con sus raíces en la humillación y el sacrificio de toros, deja una cicatriz indeleble en la conciencia colectiva de una sociedad que debería evolucionar más allá de la barbarie.

Es fundamental cuestionarnos la legitimidad de una diversión que se basa en la tortura y el sufrimiento. ¿Cómo podemos justificar la humillación de criaturas inocentes solo por el placer efímero de una multitud enardecida? La respuesta, o la falta de ella, revela mucho sobre nuestra compasión y nuestra capacidad para evolucionar como sociedad.

Es hora de repensar nuestras tradiciones y celebraciones, para rechazar la violencia disfrazada de entretenimiento. La risa y la diversión no deben emerger de la agonía de seres inocentes. Necoclí, y todas las regiones que participan en estas prácticas, deben reconsiderar su papel en la perpetuación de esta crueldad.

En memoria del ternero sacrificado y en solidaridad con los toros que enfrentan su destino cruel en las corralejas, elevemos nuestra voz en contra de esta oscura mancha en nuestra cultura. La humanidad se define no solo por sus logros, sino por su capacidad de compasión y empatía. En el cuestionamiento de nuestras acciones y tradiciones, encontraremos el camino hacia un futuro más ético y humano.

 

Vacas, toros y terneros   

forman una gran familia

se protegen y se quieren

con amor y armonía.

 

Vacas, toros y terneros

comparten su día a día

pastan juntos y se acercan

con ternura y alegría.

 

Vacas, toros y terneros

son felices en la granja

donde tienen su hogar

y su vida tranquila.


Vacas, toros y terneros

son parte de nuestro mundo

respetémoslos y amémoslos

y disfrutemos de su encanto.

 

Atentamente;

Devid Ice              






 




                  


 










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